Thinspiration, anorexia e Instagram ¿una mala combinación?

thinspiration

‘Thinspiration’ es un término inglés que proviene de ‘Thin’, delgado, e ‘Inspiration’, inspiración.

Las hermanas Samantha y Michaela Kendall entraron en la adolescencia aumentando levemente de peso. Decidieron seguir una dieta conjuntamente pero no lograron los resultados esperados así que pasaron a medidas más drásticas. 15 días después habían perdido 13 kilos.

A partir de ese momento iniciaron una carrera hacia la muerte a la que nadie, eran los años 80 y la anorexia y bulimia todavía no eran tan conocidas, supo dar nombre. Rebotadas de consulta en consulta, mentían como miente un drogodependiente para ocultar que apenas ingerían un tomate o una manzana al día.

thinspirationAparecían con cierta frecuencia en medios impresos haciendo las delicias de los lectores aficionados a los casos extremos hasta que, con el paso del tiempo, dejaron de mostrarse a la opinión pública. Se veían gordas. Michaella falleció en 1996 con 26 años. Su hermana lo hizo poco después.

A pesar de que el caso no copó las portadas, hoy en día, gracias a las posibilidades que brinda internet, las hermanas Kendall son una especie de pioneras para todas aquellas personas que sufren desórdenes alimenticios como la anorexia o bulimia y que ven en Samantha y Michaela una fuente de inspiración para estar delgadas. Es aquí donde entra en escena el concepto de ‘Thinspiration’: buscar inspiración en la web para perder peso, consejos para poder ocultar los trastornos alimenticios a la familia, etc.

Thinspiration: ¿las redes sociales fomentan la anorexia?

¿Resulta ajustado a la realidad titular una noticia «Cae en la anorexia inspirada en los selfies que muestran la enfermedad«? ¿Podemos llegar a establecer una relación directa entre las redes sociales y la anorexia o bulimia?

Los medios, en nuestro afán por advertir de ciertos peligros, tendemos siempre a resaltar los aspectos negativos de las redes sociales e internet. Es cierto que basta con utilizar el hastag #thinspiration para obtener mil y una referencias – sobre todo en Instagram – pero también lo es que con el mismo poco esfuerzo podemos encontrar, usando la misma etiqueta, modelos positivos que ayuden a combatir la anorexia o bulimia. ¿Por qué quedarnos siempre con lo más negativo?

De hecho, la noticia antes enlazada trata sobre el proceso de recuperación, todavía en curso, de India Edmons de 17 años de edad. El enfoque de la noticia es distinto, ¿verdad?

Antonia Eriksson: cómo difundir el proceso de recuperación de la anorexia



Foto del Instagram de Antonia Eriksson en el que recoge tres fases de su recuperación

En 2012 Antonia Eriksson ingresó en el hospital. Su trastorno alimenticio la había llevado al borde de la muerte. Esa primera noche ingresada decidió contar su historia en Instagram.

Primero de forma anónima y después mostrando su cara, Antonia fue documentando el lento proceso de recuperación y difundiendo un mensaje positivo a sus, en la actualidad, más de 40.000 followers.

Entre imágenes que muestran a Eriksson haciendo deporte y disfrutando de él y otras que muestran su alimentación – ahora sana y variada -, Antonia suele subir también fotografías de las distintas fases por las que ha pasado su cuerpo aceptando todas y cada una de ellas como algo natural.

Las redes sociales y enfermedades mentales: ¿un gran aliado?

anorexia y redes sociales
Vemos a diario noticias relacionadas con el mal uso de las redes sociales e internet – la más reciente, el suicidio de una adolescente española por el ciberacoso que sufría – y quizá ha llegado la hora de dejar de demonizarlas y centrarnos en todos los beneficios que pueden llegar a traer.

De hecho, medios tan prestigiosos como Slate han recomendado fervientemente que los psicólogos monitoricen las redes sociales de sus pacientes para poder confirmar los progresos o advertir las recaídas. Fue muy sonado el caso de Amanda Bynes que comenzó publicando tweets erráticos y ofensivos – llegó a decirle a Rihanna que Chris Brown le pegó porque no era lo suficientemente guapa – y terminó internada en un centro psiquiátrico y diagnosticada con esquizofrenia y bipolaridad.

Quizá focalizando la atención en modelos positivos de recuperación y no tanto en los negativos, podamos conseguir que los pacientes puedan tener un modelo en quién fijarse y reforzar así la terapia habitual. Neutralizar los efectos negativos de fenómenos como el del thinspiration es posible.

Y tú, ¿consideras que las redes sociales fomentan los desórdenes alimenticios o crees que, bien usadas, pueden llegar a ser parte de su solución?
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