Entrevistamos al piloto de motociclismo más joven en ganar un campeonato de MotoGP
Si algo ha caracterizado la carrera deportiva de Marc Márquez es su talento y su capacidad de trabajo y aprendizaje. Lejos de dejarse llevar por la vorágine que se ha levantado a su alrededor, este joven ha seguido destilando simpatía y humildad. El piloto del equipo Repsol Honda que deslumbró en su primera temporada en MotoGP, ha vuelto a conseguir un triunfo en Texas, circuito que siempre le ha traído buena suerte. En Previalia Magazine hemos hablado con él.
Ha conseguido la proeza de proclamarse Campeón del Mundo con tan solo 20 años. ¿Puede confesar qué es lo primero que le viene a la cabeza después de una victoria así?
Primero hicimos algo de fiesta, pero siempre con moderación, porque al día siguiente tocaba planificar los test. Cuando llegué a la cama sí que pensé que ya había pasado una noche siendo Campeón del Mundo, pero al final sigo siendo el mismo. La verdad es que tampoco es algo que me haya cambiado mucho.
Sus amigos aún acuden a la escuela o a la Universidad y Usted, mientras tanto, ya es portada de diarios nacionales e internacionales…
Está claro que impresiona ver la prensa. También he recibido muchas felicitaciones vía Twitter de muchos otros deportistas y personas famosas.
Al final todo esto se te hace un poco grande e incluso se te pone la piel de gallina. Quizás no me imaginaba lo importante que era ser Campeón del
Mundo de MotoGP.
Y de todas esas felicitaciones que ha recibido… ¿Cuál es la que le ha hecho mayor ilusión?
Sin duda la de los familiares o amigos que siempre han estado a tu lado apoyándote. Al final son los que más me conocen y los que me envían mensajes más caseros y naturales. Pero, claro está, aprecio muchísimo cada una de las felicitaciones que me llegan.
Es casi un niño en un mundo en el que se mueve muchísimo dinero. ¿Cómo vive su papel de actor principal y qué relación mantiene con los mandatarios de su equipo?
El mundo de las motos es muy competitivo, y los pilotos en ocasiones tenemos que soportar mucha presión sobre la pista. Pero por lo general, las relaciones son muy distendidas. Por ejemplo antes de la última carrera, Shuhey Nakamoto, que es el Vicepresidente de Honda se acercó a mí y me dijo muy serio: “Por favor, hoy ten cabeza”. La verdad es que pocas veces hablamos seriamente. Por eso, pensé, si lo ha dicho el jefe, será por algo.
No sé si en algún momento de su fugaz infancia se imaginó que iba a llegar a donde ha llegado. ¿Es complicado mantener la cabeza en su sitio?
Está claro que tanto yo como mi familia estamos viviendo una situación inimaginable. Y aunque es difícil decirlo, creo que el que alucina menos soy yo, porque siempre he llevado bastante bien todo esto. He intentado tocar con los pies en el suelo cada cosa extraordinaria que me ha pasado. Y si no lo hago, mi entorno tiene permiso para hacer que así sea.
Sus padres han sido dos personas muy importantes en su carrera, esforzándose durante años para que Usted pudiera competir. ¿Qué les dice ahora?
Todo ese esfuerzo se ha visto recompensado. Les estoy absolutamente agradecido. Un piloto puede ser bueno pero si no tiene un equipo y una familia que creen una buena atmósfera a su alrededor es muy difícil, casi imposible, conseguir un título o ser un buen piloto profesional. Yo les debo todo esto a ellos.
Ha conseguido en un solo año lo que muchos pilotos tardan toda una carrera en lograr. ¿Cree que esa precocidad es positiva?
Siempre quedan muchísimas cosas por aprender. Soy consciente de ello. Pero es cierto que se aprenden cuando te pasan. Lógicamente, cuando empiezas es cuando más te nutres, pero las experiencias se van sumando año a año. No sólo por mi parte, sino también por el resto de pilotos. Mis compañeros
Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, por ejemplo, cada temporada también adquieren nuevos conocimientos y eso implica que cada vez serán más difíciles de batir.
[blocktext align=»left»]“El entorno y la familia son fundamentales para llegar arriba”[/blocktext]
Hay quien afirma que Usted, un recién llegado, ha revolucionado por su forma de ser y de competir la categoría reina de motociclismo…
Si hace un año me dices que estaríamos en esta situación, yo –y creo que todo el mundo– te habría dicho que estabas loco. Pero nosotros hacemos nuestro trabajo como siempre lo hemos hecho, y siempre lo intentaré hacer mientras tenga la motivación de dar el cien por cien e ir al límite. Nunca nos hemos dejado influenciar y hemos luchado por lo que queríamos con nuestra intención clara. Estoy muy orgulloso de ello.
¿Cree entonces que su llegada a la élite de este deporte puede marcar el comienzo de una nueva etapa o un relevo generacional?
Hemos ganado el título, pero decir que empieza una nueva era no depende solo de un piloto. Este año he subido yo y ahora llegan otros dos chicos pegando muy fuerte, como Pol Espargaró y Redding. Siempre van subiendo jóvenes talentos y cuando llegamos, queremos demostrar que valemos para estar ahí y hacernos un hueco. Esto de las eras es relativo. En su momento llegaron Jorge y Dani, que hicieron muy buenos años al llegar a MotoGP, y es difícil decir que empieza una nueva etapa, porque no debemos olvidar que ellos además aún son muy jóvenes.
[blocktext align=»left»]»Me quedan muchísimas cosas por aprender»[/blocktext]
Y sin tiempo para descansar, ya ha comenzado a entrenar pensando en la próxima temporada. ¿Sus sensaciones siguen siendo igual de buenas que en la anterior?
Creo que la valoración es muy positiva, sobre todo para mi equipo, Honda, porque hemos podido trabajar muy bien y estudiar diferentes soluciones.
Nos hemos centrado más en el prototipo con el que nos sentimos más cómodos el primer día de los dos que pusimos en pista. Hemos probado configuraciones distintas en la electrónica y en la puesta a punto, y creo que se ha hecho un gran trabajo, porque hemos podido detectar cosas que podemos mejorar. Será la base con la que nos encontraremos en por tener el mismo equipo que había tenido hasta esta temporada. Alguno de ellos ya me llevaba a entrenar cuando yo tenía 11 años y volver a estar juntos es un sueño hecho realidad que tengo que agradecer a mi equipo. Es mi ‘Dream Team’, mi familia, y la quiero a mi lado. Ahora habrá que demostrar que formamos un buen equipo todos juntos.
Y ya ha empezado ese equipo a rodar… ¿Cómo les ha visto en sus primeros días de trabajo?
Se veía que estaban mucho más tensos de lo normal. Los he visto muy atentos, porque ellos también han tenido mucho trabajo, muchas cosas que aprender, y han tenido que realizar un importante rodaje. Pero ya se ha podido ver que desde el primer día al último han los entrenamientos de Malasia, pero seguro que si mi equipo lo ve claro, nos traerán nuevas mejoras de cara al próximo año.
Una pieza fundamental de todo piloto es la de sus mecánicos. Dicen que pasan con Usted más horas que nadie y que le conocen mejor que Usted mismo. Este año ha querido recuperar a tres amigos que la pasada temporada no pudieron subir a Moto GP con Usted.
Sí, estoy muy contento e ilusionado “Mi entorno tiene permiso para ponerme los pies en el suelo” mejorado y cada vez conocen más la moto. Lo importante es que este invierno tendrán que ir a Japón, hacer un curso intensivo, y entonces sí que será cuando se conozcan la moto incluso con los ojos cerrados, como los mecánicos buenos.
Desde fuera proyecta la imagen de una persona divertida, que nunca pierde la sonrisa, pero sus obligaciones le habrán privado de muchas cosas. ¿Cuánto hace, por ejemplo, que no va a un parque de atracciones?
Uffff…. Hace mucho. Ahora ya no puedo ir. Antes, cada verano me escapaba como mínimo dos veces, casi siempre a parques acuáticos, y la verdad es que me lo pasaba como un enano. Disfrutaba muchísimo.
Usted es de un pequeño pueblo de Lleida. ¿Es verdad que no le gusta el mar?
Yo voy al mar lo justo. A ver… si hay una chica que quiere ir a la playa y la tengo que acompañar, la acompaño. No pasa nada (risas).
Pero seguro que en moto de agua sí ha montado…
Sí, sí que he ido, pero estate seguro que pongo todo el cuidado del mundo en no caerme. Si me caigo al mar no dudes que llego nadando a la moto antes que nadie ¡Incluso antes que Phelps!
Bueno, Usted tiene la suerte de que las vacaciones de los pilotos siempre caen en invierno. Descartada la playa, ¿ha pensado cómo y dónde va a desconectar de esta intensa temporada?
La verdad es que todavía no he pensado nada. Ni siquiera he tenido tiempo para eso. Pero está claro que tendré que buscar unos días de relax para desconectar un poco y recargar las pilas. Sé que la temporada que viene será para mí todavía mucho más exigente que esta.
Aunque antes deberá atender todos los compromisos que conlleva el ser Campeón del Mundo. Entrevistas, recibimientos, homenajes, recepciones oficiales…
Sí, son un montón de compromisos. Ahora tengo la agenda a mil. Pero sé que es algo que va con el título y además lo hago encantado.
El Alcalde de Cervera ya ha iniciado los trámites para nombrarle hijo predilecto. Usted es un orgullo para su pueblo…
Yo también estoy orgulloso de ellos. Me hizo mucha ilusión que mi fan club me preparara una gran fiesta, con una rúa por las calles de Cervera. ¡Por fin pudimos celebrar el título sin tener que pensar que al día siguiente había que entrenar, como me había pasado hasta entonces!
Su madre aseguró hace tiempo que Usted mismo se encargaba de limpiar su habitación. ¿Todavía sigue haciéndolo o ahora tiene más margen de negociación con ella?
Que va. Todavía hoy tengo que limpiar, recoger las cosas, hacer la cama…
¡Pero solo de mi habitación! Bueno también preparo la mesa para comer y mi hermano Álex la recoge cuando acabamos. Siempre lo hemos hecho así y no tiene por qué cambiar ahora.