José Luis Gil es una de las caras más reconocibles del panorama televisivo gracias a sus papeles en «La que se avecina» y «Aquí no hay quien viva»
Como actor de doblaje ha prestado su voz a Patrick Swayze, Ralph Fiennes, Buzz Lightyear en ‘Toy Story’ o Merlín en «Buscando a Nemo»
En la actualidad representa en el teatro la adaptación de «Si la cosa funciona» de Woody Allen
Tras décadas de abnegado trabajo en la sala de doblaje ha sido la televisión la que ha dado a José Luis Gil la fama que ahora disfruta. Antes de ocupar un espacio en el inconsciente colectivo gracias a personajes tan queridos como Enrique Pastor o Juan Cuesta y de regalarnos expresiones que ya todo el mundo usa – «ésta, nuestra comunidad», «aquí hay tema… pero vamos» – José Luis dobló a muchos de los mejores actores de Hollywood: Ralph Fiennes, Richard Gere, Hugh Grant, Tom Hanks, Keanu Reeves, etc.
No le tiene miedo a nada y en la actualidad se atreve con la adaptación teatral de «Si la cosa funciona», película que Woody Allen dirigió y escribió en 2009.
Entrevista a José Luis Gil
P: Te atreves hasta con un genio como Woody Allen. ¿A estas alturas hay algo que te dé vértigo?
R: Lo de Woody Allen tiene un plus no sé si de complicación pero sí de responsabilidad. Hay que decir que una de las habilidades que tiene este director es que refleja muy bien sobre el papel qué es lo que quiere. Los recovecos están en los diálogos, en su manera de ver la vida y en enfocar los contrastes de los personajes para que el conjunto resulte crítico y divertido. No hay qu escudriñar ni inventarse pasados. Y eso facilita mucho las cosas.
P: ¿Agota el ritmo frenético del teatro sumado a 8 semanas seguidas en televisión?
R: El teatro y la televisión son medios muy distintos con ritmos muy diferentes. Por ejemplo, en la serie «La que se avecina» hemos estado 9 meses para grabar una temporada. Es otro horario. Tienes una jornada de 9 o 10 horas y con actuaciones variadas. Sin embargo, en el teatro todo se concentra en hora y media y tiene ese riesgo. La magia del teatro es salir y pensar que todo puede ocurrir aunque la obra siempre tiene que ser básicamente igual. Y el acierto está en que consigas que cada función conserve la frescura como si fuera la primera vez. Si no caeríamos en la apatía de hacerlo como si fuéramos funcionarios. Cada día tienes que ganarte a un público distinto que ha pagado su entrada y que lo tienes a 3 metros. No puedes bajar la guardia.
P: ¿De dónde viene la vena de ser actor?
R: Es una historia que nace más de mi hermana mayor que de mí. Cuando yo era niño existían lo que hoy se llama «casting» para telenovelas como «Crimen y Castigo», «David Copperfield», etc. Se necesitaban niños y se hacían convocatorias en los periódicos. Mi hermana, cuando salía del colegio, me cogía de la mano y me llevaba porque pensaba que aquello lo haría bien. Y lo cierto es que muchas veces no la dejaba mal porque me cogían y, mientras estudiaba, hice como 40 papales en televisión y en cine. Después lo compaginaba con el teatro infantil en el Teatro Español. Paralelamente, estudié arte dramático. Una cosa te lleva a la otra y así hasta hoy.
P: Mucha gente desconoce que la mayor parte de tu carrera la has dedicado al doblaje.
R: Efectivamente. Tenía unos 17 años y estaba haciendo teatro profesional en Madrid. Entonces la función de doblaje se nutría muchísimo de los actores que hacían televisión y teatro. Me propusieron hacer doblaje porque empezaban a venir películas con muchos actores noveles como Tom Hanks o Tom Cruise y en aquella época no se estaba tan preparado para coger a tanto actor adolescente y hacían falta voces jóvenes. Con la inseguridad que implica esta profesión, me dio una seguridad de hacer mi trabajo y dedicarme a lo que me gustaba que es interpretar, en una faceta muy complicada pero que me permitía ganarme el sueldo todos los meses.
P: Patrick Swayze falleció tras una larga lucha contra el cáncer de páncreas ¿has llegado a empatizar con los actores a los que has doblado?
R:Sí. Cuando les doblas ves su trabajo y les entiendes. Con algunos te sientes más cómodo, con otros menos, pero efectivamente llegas a empatizar con todos ellos y ese fue el caso de Patrick a quien doblé en muchísimas ocasiones y que, desgraciadamente, tuvo un desenlace personal muy triste.
P: Hugh Grant, Ralph Fiennes, Jim Carrey, Richard Gere… ¿Con cuál te quedas?
R: En el doblaje se vive el día a día y doblas lo que te toca. Te puede gustar mucho un actor y haberlo doblado y a lo mejor no vuelve a hacer una película hasta 5 años después. Y luego, dentro de tus favoritismos, aquellos actores que más te pueden gustar quizá no son precisamente los que más películas han hecho. Si me tuviera que quedar con uno sería Woody Harrelson. Me pareció un tipo muy peculiar que tiene unos registros que a mí me vienen muy cómodos y que además entiendo muy bien. Cuando ya llega un momento en que los conoces te sorprenden poco y los puedes disfrutar.
P: Tienes Twitter, Facebook e Instagram. ¿Cómo lo llevas?
R: Bastante bien porque las utilizo únicamente como instrumento de trabajo. Luego hay muchos fans que se toman la molestia de seguirte y les puedes ir informando de lo que estás haciendo, de si has llegado a un acuerdo para doblar una película, etc. Se preocupan, te preguntan y tú les puedes contestar. Nunca entro en un plano muy personal. Tengo claro que nunca voy a utilizar twitter para entrar en batallas absurdas. Cuando alguien hace un comentario negativo o con ánimo de ofender le bloqueo y punto. No me complico la vida.
P: Cuando quieres relajarte, ¿ves la tele o la desenchufas?
R: Depende (risas). Hoy en día lo de ver la tele abarca muchas cosas. Puedes ver cosas muy diferentes. Yo la veo como acompañamiento. Normalmente lo asocio a ver una serie que me interesa, una película, etc. Y si no, lo que normalmente tengo puesto son deportes. Me gusto mucho verlos cuando son en directo y es algo de lo que puede desconectar con mucha facilidad si tengo que ocuparme de otra cosa. Digamos que me acompaña.
P:¿Alguna vez te ha tocado ser presidente de tu comunidad de vecinos?
R: Vivo en una comunidad en la que somos muy pocos vecinos. Coincidimos pocos por incompatibilidad de horarios y es muy fácil llevarse bien no tocándose las narices. Y sí, me tocó hace unos años durante aproximadamente 6 meses y pasé desapercibido porque no había mucho que hacer. Digamos que es de esas comunidades que funcionan casi solas y además siempre hay alguien que tiene la amabilidad de ocuparse de las cosas importantes y que lo hace muy bien: el Juan Cuesta de turno al que animamos a que siga para que así nos libere de trabajo a los demás (risas).
P: Has doblado a más de un animal, ¿cómo te llevas con ellos?
R: ¡Qué te voy a contar! Me llevo muy bien. De hecho ahora mismo tenemos dos perros en casa. Ambos son de mi hija. Una es una callejera preciosa rubia. digo preciosa porque para nosotros lo es: es un encanto. Y el otro, el macho, es un Beagle que es un poco más mayor. Nosotros les adoramos y ellos a nosotros. Les tenemos muchísimo cariño. Mi mujer me comentaba cómo cuando yo estuve enfermo un par de días en la cama, el perro decidió hacer la guardia en la puerta. Entraba y me miraba como diciendo «¿qué te pasa?». Es una ternura increíble. Estamos completamente enamorados de nuestros perros.
José Luis Gil y la tradición del doblaje
España es uno de los pocos países en los que todavía se sigue doblando las películas. El doblaje, tan denostado por los amantes del cine que prefieren escuchar siempre las voces originales de los actores, ha permitido sin embargo que intérpretes hoy tan queridos como Constantino Romero (voz de Clint Eastwood o Darth Vader), Ramón Langa (Bruce Willis y Kevin Costner) o José Luis Gil dieran sus primeros pasos en la profesión antes de saltar a la fama.
En el caso de José Luís Gil, su trayectoria y la lista de actores a los que ha prestado su voz no pueden ser más notable. Antes de participar en la berlangiana «La que se avecina», Gil se encargó de doblar películas hoy míticas como «La vida de Brian», «Dirty Dancing», «¿Quién engañó a Rogger Rabit?», «Braveheart» o «Rebeldes». Por eso la primera vez que Juan Cuesta apareció en pantalla su voz resultó al público tan conocida y familiar: porque sin ellos saberlo José Luis Gil había participado en unas cuantas obras maestras del séptimo arte.
Qué grande Juan Cuesta, pues a mi que me parece uno de los mejores dobladores que tenemos… siempre voy a tener el recuerdo de los doblajes que hizo de Patrick Swayze
Juan Cuesta siempre tendrá un lugar en nuestros corazones 🙂