Virus del ébola – Su reciente historia en España, los síntomas y vías de contagio

Todo lo que necesitas saber sobre el ébola

La primera persona en contagiarse del virus del ébola en Europa fue la auxiliar de enfermería española Teresa Romero que, finalmente, ha logrado vencer la enfermedad.  Así lo demuestra la prueba que se le realizó el domingo para detectar el virus en sangre y en la que Teresa dio negativo. A falta de un último análisis de confirmación, cuyos resultados sabremos hoy, el equipo médico que lleva su caso se muestra optimista.

El de la auxiliar española no ha sido el único caso de contagio fuera de África. En Dallas, otra enfermera que trató a Thomas Erin Ducan, primer fallecido por ébola en EEUU aunque contagiado fuera, también dio positivo.

La amplia cobertura mediática de estos dos casos ha servido para que la ciudadanía y las autoridades sanitarias fijen su atención en una enfermedad que hasta ahora consideraban localizada en una determinada zona de África y que ahora puede expandirse a otros países. ¿Existe peligro real de una epidemia a nivel mundial? ¿Qué medidas de precaución debemos tomar? En previaliamagazine hemos preparado un artículo con todo lo que necesitas saber sobre el ébola.

 

Qué es el ébola – historia de la enfermedad

El virus del ébola toma su nombre del río de la República Democrática del Congo, antes Zaire, donde fue aislado por primera vez. Peter Riot, profesor de microbiología y uno de sus descubridores, fue el responsable del bautizo del agente infeccioso que está poniendo en jaque a la Organización Mundial de la Salud.

[blocktext align=»right»] “Los expertos no ven factible una epidemia en Europa o Estados Unidos” [/blocktext]En 1976, un operario de una fábrica de tejidos en Sudán enfermó gravemente víctima de vómitos sanguinolentos y fuertes diarreas. La plaga se extendió entre el resto de trabajadores de la fábrica rápidamente. Ni Peter Riot, ni ningún miembro de su equipo, pudieron identificar el origen del mal pero todos se percataron de que del techo de la fábrica colgaban murciélagos. Fue la primera vez que se vinculó el virus del ébola con este mamífero.

En la actualidad ya se ha demostrado que cada vez que el ébola reaparece en el cuerpo de algún humano, lo hace en una región con presencia de murciélagos de la fruta siendo este animal el principal huésped natural del virus. Según la OMS el virus es transmitido al ser humano por animales salvajes – murciélagos y primates y monos, principalmente – y se propaga en las poblaciones humanas por transmisión de persona a persona.

 

Síntomas del ébola y vías de contagio del virus

El virus se introduce en la población humana por contacto estrecho con órganos, sangre, secreciones u otros líquidos corporales de animales infectados. En África se han documentado casos de infección por manipulación de chimpancés, gorilas, murciélagos, monos e incluso antílopes y puercoespines. Basta con tocar a uno de estos animales infectados sin la protección requerida para que se dé el contagio.

El Ébola también se propaga por la transmisión de persona a persona, por contacto directo (a través de las membranas mucosas o de soluciones de continuidad de la piel) con órganos, sangre, secreciones, u otros líquidos corporales de personas infectadas, o por contacto indirecto con materiales contaminados por dichos líquidos: sábanas, ropa, material médico, etc. Esta última forma de contagio es la que más afecta a lo sanitarios que trabajan con enfermos de ébola. En África, dada su idiosincrasia, las ceremonias de inhumación en las que los miembros del cortejo fúnebre tienen contacto directo con el cadáver supone una importante fuente de transmisión.

 

Síntomas del ébola

Los síntomas más característicos del ébola, con un periodo de incubación – intervalo de tiempo desde la infección hasta la aparición de los primeros síntomas – de entre 2 días y 3 semanas, son:

• Fiebre.
• Dolor de Cabeza.
• Debilidad.
• Dolores articulares y musculares.
• Diarrea y vómitos.
• Falta de apetito.
• Hemorragias internas y externas.
• Alteración de la función renal y hepática.

Mientras el paciente esté asintomático – es decir, mientras no muestre señal alguna de la enfermedad – no es capaz de transmitir el virus. De ahí la importancia de aislar a las infectados ante la menor evidencia de cualquiera de los síntomas.

 

Por qué ha tenido tanto impacto este brote del virus

Virus del Ébola
Imagen del virus del ébola

Para entender la relevancia mediática que está adquiriendo este último brote debemos fijarnos en los números. Hasta ahora, los casos de ébola se habían localizado siempre en zonas rurales de África pero ahora se están dando en zonas urbanas del Oeste del continente. El virus sigue siendo el mismo – no ha mutado – pero ahora hay mucha más gente alrededor del infectado con lo que el número de afectados aumenta exponencialmente.

Según la Organización Mundial de la Salud, desde el 23 de marzo de este año, fecha en la que se estableció el inicio el brote, hasta el 22 de septiembre, el número de afectados por el virus ascendía a 5843 mientras que los muertos ascendían a 2803 de los que 181 eran sanitarios. Desde el 22 de septiembre hasta el 10 de octubre, la cifra de afectados aumentó hasta 8399 y el de víctimas hasta 4033. El anterior brote, en 2007, arrojó un total 224 fallecidos en total.

 

Posibilidad de contagio en el resto de Europa o Estados Unidos

Tal y como se desprende de los datos anteriores, los resultados en caso de brote en una urbe como Dallas o Madrid, respectivas ciudades de las enfermeras contaminadas, serían catastróficos. De ahí la alarma y preocupación a nivel mundial pero ¿debemos temer por una epidemia en Europa y Estados Unidos? A pesar del alarmismo generado en las últimas semanas, podemos estar tranquilos: el riesgo de contagio de ébola es relativamente bajo al no transmitirse por aire o agua. Puede que se dé algún caso aislado más pero no un brote como el que se ha dado en África Oriental. El European Centre for Disease Prevention and Control, por ejemplo, establece que hay pocas posibilidades de que una persona febril y ambulante, que contacte casualmente con otra, pueda transmitir el virus en situaciones como la de estar en mismo transporte público.

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