Prácticamente todos hemos usado alguna vez los términos «trombosis», «arteriosclerosis» o «infarto» pero ¿sabemos realmente lo que significan? ¿Los usamos correctamente?
El Dr. Julián Bayón Fernández, cardiólogo en el Centro Médico Gran Vía (León) y Jefe de la Sección de Cardiología del Hospital Universitario de León, nos explica todos estos conceptos y cómo prevenir las enfermedades coronarias y los ictus – dolencias que suponen la primera causa de muerte en España – recurriendo no sólo al control de la dieta, tensión arterial o colesterol sino a las ventajas de llevar una vida positiva y feliz.
Qué es un infarto
El infarto se produce por una falta de oxígeno en una zona del corazón. El oxígeno, que se incorpora desde el aire a la sangre a través de los pulmones, se distribuye por todo el cuerpo por medio de las arterias. Todos los órganos que componen nuestro cuerpo (cerebro, corazón, riñones, músculos, huesos, etc.) necesitan el oxígeno para mantenerse vivos. Si no les llega se mueren.
Qué es un infarto de miocardio
Cuando las arterias se obstruyen del todo no llega oxígeno y esa parte del órgano muere. A este fenómeno lo llamamos infarto. Si sucede en el corazón se trata de un infarto de miocardio.
Arteriosclerosis
Qué es y cómo influye en las trombosis venosas

Las arterias que llevan la sangre con oxígeno al músculo del corazón se llaman arterias coronarias. Cuando éstas enferman y se estrechan hablamos de “enfermedad coronaria”. Las arterias enferman por la arteriosclerosis que es una degeneración y engrosamiento de una zona de su pared que hace que la arteria se estreche y pase menos sangre por allí, de manera que la zona del corazón que nutre esa arteria sufre un proceso llamado “isquemia” – de ahí que a la enfermedad coronaria también la denominemos «cardiopatía isquémica»-. Esa isquemia produce un síntoma que es la “angina de pecho” (angina viene de ‘angor’ que significa ‘estrechez’).
En las arterias que sufren arteriosclerosis existe el riesgo de que se formen trombos (coágulos de sangre) y la obstruyan totalmente produciendo un infarto. Por tanto, el infarto está causado por un proceso de arteriosclerosis y trombosis. Hay que tener en cuenta que la arteriosclerosis puede afectar a cualquier arteria de nuestro cuerpo, entre ellas las que riegan el cerebro. En España la principal causa de muerte en los hombres es la enfermedad coronaria y en las mujeres el ”accidente vascular cerebral” (ictus), causado por la arteriosclerosis y trombosis de las arterias que riegan el corazón y el cerebro. Es decir la arteriosclerosis es la principal causa de muerte en nuestro país.
Causas de la arteriosclerosis
Por lo que llamamos “factores de riesgo”. Unos son modificables y otros no. Entre estos últimos están la edad, la herencia y el sexo (afecta más a los hombres). Entre los modificables está el tabaco, la hipertensión arterial, el colesterol elevado, la diabetes y determinados hábitos de vida. Estos factores de riesgo también contribuyen a que se produzca una trombosis.
6 Consejos para prevenir la arteriosclerosis y los infartos
- No fumes
- Vigila tu tensión arterial
- Controla tus niveles de colesterol
- Come sano
- Practica un poco de deporte todos los días
- Sé optimista
El tabaco es el principal factor de riesgo para la arteriosclerosis, la trombosis y también para las enfermedades de los bronquios y muchos tipos de cánceres. No solo debemos abstenernos de fumar, también debemos alejarnos de ambientes donde se fume. Para ello se han promulgado las leyes antitabaco que tan beneficiosas son para nuestra salud.
Manten la tensión arterial por debajo de 140, la máxima, y de 90, la mínima.
Los niveles de colesterol, para que sea considerados normales, deben estar por debajo de 200. Si están en 200-240 tienes un nivel normal-alto. Con más de 240 deberías pensar en poner remedio.
El colesterol LDL, más conocido como colesterol malo, tiene que estar por debajo de 100. Entre 100 y 160 se consideran niveles intermedios. En personas que hayan padecido algún infarto o accidente vascular, el LDL debe de estar siempre por debajo de 100.
Una dieta sana es un factor primordial en la prevención de cualquier enfermedad y especialmente en la prevención de la arteriosclerosis. Consideramos una dieta adecuada la que está basada en productos del mar y de la huerta (dieta mediterránea) y suplementada con lácteos desnatados.
Si comemos carne, las más saludables son la de potro, aves y conejo. Recientemente se ha demostrado que con esta dieta incluyendo 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen en crudo y un puñado (30 gr) de nueces, se puede prolongar la supervivencia. También es saludable beber de 1 a 3 vasos de vino al día si no tenemos otros problemas que nos lo impidan y entra dentro de nuestros gustos. Uno de los objetivos de la dieta que no debemos olvidar es mantener un peso adecuado.
Tenemos que hacer ejercicio físico moderado todos los días. Un buen ejercicio es pasear 1 o 2 horas diarias. Con esto también se ha demostrado un aumento en la supervivencia. Aquellas personas que por su ocupación no tienen tiempo para hacer ejercicio físico, pueden utilizar menos el coche en sus desplazamientos; si van en transporte público bajarse una parada antes del destino; o utilizar las escaleras en lugar del ascensor. Son pequeños trucos que hacen que nos movamos más.
Uno de los aspectos más importantes en la prevención de la enfermedad arteriosclerótica, y de cualquier otra dolencia, es mantener un buen estado de ánimo, ser optimista, rodearse de gente agradable con la que nos sintamos a gusto y vivir en armonía con nuestro entorno (amigos, familia, vecinos…). Esto hace que nuestro sistema inmunitario funcione bien y nos proteja de las enfermedades. En cambio cuando nuestro estado de ánimo es bajo, estamos tristes o deprimidos, bajan nuestras defensas y estamos desprotegidos.
Podemos decir que “por la senda de la tristeza corre más rápido el daño o la enfermedad”. Se sabe que una de las características de los centenarios con buena salud es que mantienen buenas relaciones sociales y familiares.
Los últimos descubrimientos científicos conectan la actitud positiva ante la vida con un corazón mucho más saludable. La sabiduría popular ya había demostrado que ver el vaso medio lleno y disfrutar de los placeres sencillos es el mejor seguro de vida. Recientemente la Universidad de Harvard, en uno de sus prestigiosos estudios confirma esto: Los individuos más optimistas tienen menor riesgo de enfermedad cardíaca y circulatoria que los que viven atosigados por los problemas y son proclives a dejarse dominar por la negatividad. Este hallazgo ha sido el resultado de la revisión de más de 200 investigaciones realizadas en los últimos años donde se observa que los optimistas tienen mejor salud en general, sobre todo porque sus organismos se defienden mejor contra las dolencias crónicas asociadas a la vida moderna como la hipertensión, el colesterol o la diabetes.
Por ello es recomendable ser optimista, acercarse a gente que nos transmita buenas sensaciones, con los que seamos felices y estemos a gusto y alejarnos de aquellos que nos transmiten pesimismo. La mejor medicina es la “risa”, que se rían y que se hagan acompañar de gente que les haga reír. Si se va al cine, mejor escoger una comedia que un drama.
gracias por tan valiosa información,un saludo
Excelente artículo , me sumo . Felicidades!!
Muchas gracias, Margarita. Nos alegra un montón que te haya gustado.
Me parece interesante recibir información para que con el conocimiento pueda prevenir posibles patologías. Gracias por vuestra labor.
Saludos y animo a seguir trabajando por los demás
Gracias. La verdad es que nos hace mucha ilusión recibir comentarios así. Nos alegra un montón que hayas encontrado interesante el artículo.